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En la primera sesión del juicio chino ... el ex-jerarca Bo Xilai desmintió haber aceptado sobornos y aseguró que, si se había declarado culpable previamente, había sido "sin querer". Negó haber recibido unos USD 3,5 millones en sobornos entre 2000 y 2012 de dos empresarios de Dalian (noreste de China), Tang Xiaolin y Xu Ming. Bo aseveró que entonces su "mente estaba en blanco y desconocía los detalles", y calificó a Tang como "perro rabioso".
También rechazó haber recibido dinero del empresario y amigo de la familia Xu Ming, un constructor enriquecido durante la alcaldía de Bo en Dalian que acudió hoy a testificar.
Según algunas publicaciones, Xu, uno de los hombres más acaudalados de China, habría pagado a cambio, al hijo del exdirigente, Bo Guagua, sus estudios en Harrow, Oxford y Harvard, además de viajes a todo lujo a exóticos destinos africanos. Bo tildó de "ridículo" un testimonio atribuido a su esposa, Gu Kailai -en prisión desde hace un año por el homicidio del empresario británico Neil Heywood-, leído hoy por la Fiscalía.
El texto acusatorio remarca que la señora Gu Kailai admitió que sacó 80.000 dólares y cientos de miles de yuanes que la pareja guardaba en cajas fuertes compartidas y los usó en su estancia en el Reino Unido mientras el hijo de ambos estudiaba allí.
El ex-jerarca Bo Xilai afirmó que Gu tenía sus propios fondos, mientras sus abogados defensores alegaron que la mujer padece una enfermedad mental y por tanto su testimonio no debería admitirse en el proceso.
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Fotografía facilitada por el Tribunal Intermedio de Jinan, del juicio al expolítico chino Bo Xilai por diversos delitos de corrupción, que ha comenzado hoy en esta ciudad, en el este de China, y que se ha convertido en el primero de la historia que es retransmitido oficialmente por internet. EFE
Bo Xilai se muestra combativo en la primera sesión de un teatral juicio chino
Jinan (China), 22 ago (EFE).- Lejos de mostrarse dócil, el exlíder comunista Bo Xilai, acusado de soborno, malversación y abuso de poder, respondió hoy combativo a los cargos presentados durante la primera sesión de un juicio cargado de pompa y circunstancia.
Pulcramente afeitado -las malas lenguas apuntaban que le podrían presentar con una larga barba para aumentar la humillación pública-, ojeroso y envejecido. Así aparecía Bo en su primera imagen oficial desde que fue destituido de su cargo como dirigente de la ciudad de Chongqing (centro) hace 17 meses.
Pese a ese aspecto demacrado, el expolítico sorprendió por su determinación y vehemencia al negar varias acusaciones en la vista que comenzó hoy en el Tribunal Popular Intermedio de Jinan, capital de la provincia oriental china de Shandong.
Entre ellas, desmintió haber aceptado sobornos del empresario Tang Xiaolin y aseguró que, si se había declarado culpable previamente de ese cargo, había sido "sin querer".
"No es cierto que Tang me diera tres veces dinero", señaló.
Bo está acusado, entre otros cargos detallados hoy, de haber recibido sobornos por valor de 21,8 millones de yuanes (unos 3,5 millones de dólares) entre 2000 y 2012 de dos empresarios de Dalian (noreste), Tang Xiaolin y Xu Ming.
Aunque había asumido la responsabilidad legal, Bo aseveró que entonces su "mente estaba en blanco y desconocía los detalles", y calificó a Tang como "perro rabioso".
Asimismo, rechazó haber recibido dinero del empresario y amigo de la familia Xu Ming, un constructor enriquecido durante la alcaldía de Bo en Dalian que acudió hoy a testificar.
Según algunas publicaciones, Xu, uno de los hombres más acaudalados de China, habría pagado a cambio al hijo del exdirigente, Bo Guagua, sus estudios en Harrow, Oxford y Harvard, además de viajes a todo lujo a exóticos destinos africanos.
En la misma actitud "negacionista", Bo tildó de "ridículo" un testimonio atribuido a su esposa, Gu Kailai -en prisión desde hace un año por el homicidio del empresario británico Neil Heywood-, leído hoy por la Fiscalía.
El texto subraya que Gu admitió que sacó 80.000 dólares y cientos de miles de yuanes que la pareja guardaba en cajas fuertes compartidas y los empleó durante una estancia en el Reino Unido mientras el hijo de ambos estudiaba allí.
Bo afirmó que Gu tenía sus propios fondos, mientras sus abogados defensores alegaron que la mujer padece una enfermedad mental y por tanto su testimonio no debería admitirse en el proceso.
Todos estos pormenores de la vista fueron relatados por la cuenta del propio tribunal en Weibo -red social china similar a Twitter-, que se convirtió en la principal fuente de información de un juicio al que sólo se permitió entrar a una quincena de periodistas chinos.
Pese a la "digitalización" y al esfuerzo de Pekín por mostrar un proceso transparente e independiente, el resultado es más parecido a una obra de teatro que a una vista convencional.
En apenas un kilómetro cuadrado de distancia y con el tribunal como epicentro, las autoridades chinas han pretendido facilitar la cobertura a los más de 200 periodistas extranjeros acreditados mediante estrictos métodos de registro, la instalación de salas de prensa o la adecuación de espacios para filmar cercanos a la corte.
Tan sólo algunos episodios se escaparon hoy de la milimétrica organización, como los gritos de varios defensores de Bo que se acercaron a los juzgados a defender al exlíder.
Aunque la Policía resolvió de forma pacífica el revuelo -llevándose a algunos de los "exaltados" en furgones- y se ha tratado de episodios puntuales, reflejan el miedo del Partido Comunista a descontrolar los detalles del juicio y los apoyos que aún tiene el carismático exlíder.
Bo, que hasta marzo del año pasado soñaba con llegar al Ejecutivo central chino, se sienta en el banquillo de los acusados después de que en febrero de 2012 su "mano derecha", Wang Lijun, hiciera saltar la liebre al buscar asilo en un consulado estadounidense y revelar la implicación de Gu en el homicidio de Heywood.
Mientras Gu cumple pena de muerte suspendida (en la práctica cadena perpetua) y Wang quince años de cárcel, a Bo se le acusa también de haberse apropiado de cinco millones de yuanes (más de 800.000 dólares) de fondos públicos para un proyecto clasificado, y de abuso de poder entre 1999 y 2006 como alcalde y secretario general del Partido Comunista en Dalian y como ministro de Comercio.
Aunque se espera que el veredicto no se conozca hasta septiembre, la vista continuará mañana, viernes, bajo el mismo estricto control. Sólo falta por ver si Bo decide plantar de nuevo cara en el juicio.
Paloma Almoguera
elcentronews.ca/440_mundo/2180624_concluye-la-primera-jornada-del-juicio-contra-ex-dirigente-chino-bo-xilai.html
Bo Xilai scandal: Timeline
- 2 February 2012 -Wang Lijun seeks refuge at the US consulate in Chengdu
- 15 March - Bo Xilai is removed from his post as party chief in Chongqing
- 26 March - UK confirms it has asked China to re-examine Neil Heywood's death
- 10 April - Bo Xilai is stripped of his Communist Party posts and his wife Gu Kailai is investigated over Neil Heywood's death
- 20 August - Gu Kailai is given a suspended death sentence for the murder of Neil Heywood
- 28 September - Bo Xilai is expelled from the Communist Party
- 25 July 2013 - Bo Xilai is charged with corruption, bribery and abuse of power
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Bo Xilai denies China bribes as trial opens in Jinan
Disgraced Chinese politician Bo Xilai has fought back in court against charges of bribery on the opening day of the country's biggest political trial in decades.
22 August 2013 - Mr Bo said he was coerced into making a confession and rubbished testimony from witnesses who included his wife.
The former Chongqing Communist Party boss is also charged with corruption.
He faces charges of abuse of power relating to his wife's role in the murder of a British businessman.
Two years ago the 64-year-old high-flier was seen as a candidate for promotion to the Politburo Standing Committee, China's seven-member top decision-making body.
But in February 2012, as China prepared for its once-in-a-decade leadership handover, questions emerged over the death of a British businessman, Neil Heywood.
Mr Bo's downfall was seen as the biggest political shake-up to hit China's ruling elite in decades. His wife, Gu Kailai, has since been convicted of Mr Heywood's murder.
Correspondents say the trial is as much about getting rid of a popular politician as it is about criminal wrongdoing. Mr Bo is widely expected to be found guilty.
Events in the courtroom gripped the nation. "Bo is a psychologically tough man. This kind of person is very appealing. I don't think he will plead guilty easily," one person wrote on China's Twitter-like Sina Weibo.
'Fairly and justly'
The trial is taking place at the Intermediate People's Court in Jinan, in eastern Shandong province. The court is providing an account of proceedings on its official microblog.
"I hope the judge will try this case fairly and justly according to the law of the country," Mr Bo reportedly said.
Five of Mr Bo's relatives are said to be in court, along with 19 journalists and 84 other people. Foreign journalists have not been allowed in.
According to the indictment posted by the court, Mr Bo is accused of receiving bribes totalling 21.8m yuan ($3.56m; £2.28m) from two Dalian-based businessmen. He is also charged with
Mr Bo went on the offensive, denying accepting any money in the form of bribes.
The court microblog quoted him as saying about one of the cases: "That [businessman] Tang Xiaolin gave me three bribes - that did not happen. He asked me to help him sort out something, and these were all done according to procedure."
Mr Bo said he had admitted taking three bribes from Mr Tang "against his will" under questioning, adding: "What I meant was that I was willing to take the legal responsibility but I had no idea of all these details back then."
Using unexpectedly strong language, he described Tang Xiaolin as a "crazy dog" who was "selling his soul" to reduce his sentence, which brought a rebuke from the judge.
Mr Bo said accusations he had taken bribes totalling more than 20 million yuan from a second businessman, Xu Ming, were "completely untrue".
He said that he "knew nothing" about a property owned by his wife near Nice in France or about Xu Ming sponsoring his son Bo Guagua's schooling.
"Gu Kailai only told me that Xu Ming is kind to Guagua - that's all," he told the court. "Xu Ming was Gu Kailai's friend and not mine."
In an afternoon full of surprises, Mr Bo was allowed to cross-examine Xu Ming. Asked if he had told the politician about funding a trip by Bo Guagua to Africa, or buying expensive presents for him and Gu Kailai, the businessman repeatedly replied "no".
Xu Ming is in custody. Tang Xiaolin's whereabouts are unclear.
Mr Bo reserved some of his strongest remarks for his wife's testimony, which he called "ridiculous". In written evidence provided by prosecutors to the court, Gu said she had seen a large amount of money in the family's safes matching the amount allegedly given to Mr Bo by Mr Tang.
"How could she say for certain that I put the $50,000 or $80,000 into the safes?" he asked.
The court session was adjourned until 08:30 (00:30 GMT) on Friday.
Hearings would last two days, Chinese state television CCTV said earlier in a tweet, with a verdict "likely in early September".
Security was tight at the court, with police blocking the gates and lining roads leading up to it.
'Resolute action'
According to the court indictment, the corruption charges against Bo Xilai relate to the alleged embezzlement of public money in 2002.
"While serving as governor of Liaoning Province, Bo used his post to conspire with others to embezzle five million yuan of public funds from the Dalian government," the charge sheet reads.
The abuse of power charge is connected to his wife's role in Mr Heywood's murder and his treatment of Wang Lijun, his now-jailed former police chief whose flight to the US consulate brought the case out into the open, the court indictment said.
As party leader in Chongqing, Bo Xilai was seen as a powerful, populist and charismatic figure.
He was known for two high-profile campaigns: a large-scale crackdown on crime and a drive to promote China's old communist values. But analysts said his ambition earned him enemies and he was considered controversial by top party leaders.
In February 2012, around the time that China was preparing to promote a new generation of leaders, his police chief, Wang Lijun, fled to the US consulate in Chengdu amid an apparent fall-out with Mr Bo.
Shortly afterwards, Chinese authorities announced that they were reinvestigating the death of Mr Heywood, and both Mr Bo and his wife disappeared from public view.
Gu Kailai has since been jailed for the murder of Mr Heywood - a crime she carried out, state media say, because of differences over a business deal. Wang has also been jailed for his role in covering up events, among other charges.
Mr Bo is the last major player in connection with the case to face trial. Interest has been intense, with many Chinese microbloggers speaking out.
Most expressed scepticism about the proceedings, judging the trial merely a political show. Nevertheless a large number still believe Mr Bo has a case to answer when it comes to corruption and abuse of power.
Herkuang in Shanghai says: "This Bo Xilai trial thing is merely a procedural thing. Those [party] elders have already made up their minds on what to sentence him with... Just watch the end result."
But some of comments about Mr Bo and his alleged conduct were dripping with sarcasm. "What a clean official! Just one count of bribe-taking in 30 years as a civil servant?" Li Zhiqiang, law lecturer at Lanzhou University, said.
Other internet users were more complimentary, however. Tencent Weibo user Yufan from Chongqing wrote: "I don't know if he has actually taken any bribes. All I know is I like his calm face. It's quite okay."
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Caso Bo Xilai: médico forense china duda duda que Heywood muriera envenenado con cianuro
Bo Xilai fue expulsado del PC de China y podría enfrentar la pena de muerte
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