Distendido y sonriente, el futuro primer ministro Justin Trudeau parecía feliz de responder a las preguntas de los periodistas acreditados en el parlamento canadiense sobre las futuros pasos que dará su gobierno. La actitud contrasta con el estilo del premier saliente, el conservador Stephen Harper.
Tal como había anunciado durante su campaña, Justin Trudeau confirmó que había indicado al presidente estadounidense Barack Obama que su país dejaría de participar en los ataques aéreos en Irak y Siria contra el grupo Estado Islámico (EI), aunque no suministró ninguna fecha para poner en vigor la decisión.
El presidente estadounidense "comprende los compromisos" asumidos durante la campaña electoral en el sentido "de poner fin a la misión de combate", declaró el dirigente liberal durante una conferencia de prensa.
A pesar de que Canadá "sigue siendo un sólido miembro de la coalición contra el ISIS (sigla en inglés del EI)", Trudeau afirmó que dejó en claro al presidente Obama "los compromisos que asumí acerca de poner fin a la misión de combate".
Canadá desplegó el año pasado aviones de combate CF-18 en la región hasta marzo de 2016, así como 70 efectivos especiales para entrenar a fuerzas kurdas en el norte de Irak.
Durante la compaña Trudeau asumió el compromiso de retirar los aviones y poner fin a la misión de combate. Pero prometió mantener a los asesores militares en el terreno
Justin Trudeau se convertirá en el próximo primer ministro de Canadá después de que el Partido Liberal que lidera ganase con mayoría absoluta las elecciones celebradas el domingo 18 de octubre en el país, lo que le permitirá gobernar en solitario durante los próximos cuatro años.
Momento del cambio
Tras el discurso de Harper, el próximo primer ministro canadiense, Justin Trudeau, compareció ante centenares de seguidores en un hotel de Montreal y afirmó que los ciudadanos han decidido que «es el momento para el cambio, el cambio real» y se comprometió a gobernar para todos los canadienses.
Para sorpresa de muchos, Trudeau ha liderado el renacimiento del Partido Liberal, que muchos daban por acabado tras perder tres elecciones consecutivas desde 2006 y que en 2011 quedó diezmado con sólo 34 diputados.
La clave de la victoria liberal ha sido el resultado en Quebec, donde el NPD ha perdido 50 escaños de los que 47 han ido a parar al Partido Liberal, lo que hace que la provincia francófona vuelva a ser imprescindible para la gobernabilidad del país.
Trudeau, hijo del histórico primer ministro canadiense Pierre Trudeau, afirmó en francés e inglés, los dos idiomas oficiales de Canadá, que «los conservadores no son nuestros enemigos, son nuestros vecinos».
El líder liberal, de 43 años de edad, casado y con tres hijos, quiso marcar diferencias con el estilo de Harper, que ha sido criticado incluso dentro del Partido Conservador por las políticas de división que ha inculcado en la sociedad canadiense en los últimos años.
Trudeau afirmó que «liderazgo es unir personas de todas las visiones» y recalcó que Canadá ha sido construida con emigrantes procedentes de todos los rincones del mundo, que profesan diferentes creencias religiosas y que hablan multitud de lenguas.
También se refirió a la polémica del niqab, el velo islámico, que ha dominado gran parte de la campaña electoral después de que Harper anunciase prohibir su uso en las ceremonias de juramento de la ciudadanía y planteó incluso su prohibición a funcionarios públicos.
Trudeau afirmó que los canadienses quieren un primer ministro «que no divide a los canadienses sino que aprovecha cada oportunidad para unirles».
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20/10/2015 - ELECCIONES EN CANADÁ
El Partido Liberal se impuso holgadamente en las elecciones legislativa, desplazando al primer ministro conservador Stephen Harper, quien buscaba un cuarto mandato A los 43 años, el hijo del ...
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Tras su victoria arrolladora en las elecciones del lunes, el liberal Justin Trudeau ha comunicado al presidente estadounidense, Barack Obama, que Canadá pondrá fin a su participación en la coalición internacional contra el Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés). El primer ministro electo, que sustituirá en el cargo al conservador Stephen Harper, ha confirmado al mandatario estadounidense que, como había prometido en su programa electoral, retirará los aviones de combate canadienses de la misión de ataque al ISIS en Siria e Irak.
No obstante, el liberal quebequés, que no especificó cuando se produciría la retirada, aseguró que Canadá seguiría participando "de manera responsable" en la lucha contra el yihadismo del ISIS y se ha comprometido a enviar más entrenadores militares para ayudar a las fuerzas de seguridad iraquíes, según destaca el diario The Washington Post.
El cambio que abandera el quebequés Trudeau, hijo del mitificado primer ministro Pierre Elliott Trudeau y que ha puesto fin a una década conservador el el país, propicia un regreso al Canadá de siempre, el del consenso en el interior y el multilateralismo en el exterior. Trudeau quiere restablecer relaciones diplomáticas con Irán e implicarse a fondo en la lucha contra el cambio climático, que Harper veía con escepticismo. Sus asesores hablan de una diplomacia proactiva, sin los acentos neoconservadores de Harper en las intervenciones militares, las relaciones con Rusia e Israel e incluso con EE UU.
La falta de sintonía con el presidente Barack Obama alineaba a Harper con el Partido Republicano. En la derecha estadounidense, exasperada ante la supuesta falta de nervio de Obama, Harper es un ídolo, un líder con la claridad moral que aparentemente le falta a su presidente. Una de las acusaciones lanzadas en Canadá contra Harper fue la de ser demasiado estadounidense: por su arraigo en el Oeste —una región culturalmente más cercana, en algunos aspectos, al Oeste de EE UU que al núcleo histórico de Canadá, en la cuenca del río San Lorenzo— y por su conservadurismo, alejado de la moderación del partido tradicional de la derecha, el Partido Progresista Conservador, cuyo nombre era una declaración de principios.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/21/actualidad/1445417556_308523.html
Justin Trudeau y Thomas Mulcair arrancandose los pelos en la disputa electoral ante el festejo sardònico de Stephen Harper (el ex-Primer Ministro derrotado)
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